domingo, 13 de septiembre de 2015

ANTONIO LEÓN HIDALGO


Biografía


ANTONIO LEÓN HIDALGO, nació en Quintana de la Serena, Ciudad del Granito, en Extremadura,  en 1942 y, tras cursar estudios de Magisterio y ejercer en varias localidades extremeñas, finalizó su docencia en su pueblo natal, donde reside actualmente. Según explica, Antonio León siempre ha intentado “insuflar” a sus alumnos su pasión por Miguel de Cervantes, su Quijote y demás obras. El autor manifiesta que consiguió leer “El Quijote”, por primera vez, tras varios intentos infructuosos, en 1975 y que desde entonces lo ha releído tantas veces como cualquier hijo de vecino. En 2004, La Secretará General de Educación de la Junta de Extremadura le publicó su Ortografía española, Método práctico y, en 2010, salieron a la luz sus Comentarios sobre El Quijote de 1605 y Comentarios sobre El Quijote de 1615. En 2013,   publicó su Cervantes: su vida, su obra y su tiempo y su Cervantes, Avellaneda y los dos Quijotes. Muy pronto, espera ver publicados sus estudios con notas y comentarios: Los Entremeses de Cervantes y el Viaje del Parnaso. Actualmente trabaja sobre unos comentarios sobre las Novelas ejemplares.


viernes, 11 de septiembre de 2015

ORLANDO ARIAS MORALES

Biografía



               Orlando Arias Morales, es ante todo un pintor que nos trae la riqueza de los colores de su pais Bolivia donde se situa su Potosí natal, nacido en 1954 tiene tras de si una larga y fructífera carrera con exposiciones desde 1976, en las más importantes ciudades de Bolivia, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Panamá, Chile, Perú, Estados Unidos, Italia, Bélgica, Francia y España.

                Orlando Arias es, como se ve, un Espíritu cosmopolita y además un soñador. Al igual que en su pintura, en "Los sueños de Alejandro y de Isabel, el despertar de un nuevo amanecer" el autor se expresa en un meta-realismo, qué supera la memoria de los sueños, para introducirse en los espacios de la fantasía.

               La historia que cuenta en su libro, en parte crónica de un tiempo y de una sociedad, tiene sus raíces, no solo en el Valle de donde es oriundo, sino también, como él dice, “en el influjo que los ances­tros ejercen sobre el alma de cada uno”, ya que, en efecto, su narración es muy propia de aquellos paí­ses andinos, en los que transcurrió su infancia y sus primeras impresiones vitales, de las que toda per­sona es feudataria.    

               En la obra de Orlando Arias, como en su pintura, aparecen los colores que dan vida a un ri­quísimo mundo cromático, alimentado permanen­temente por la realidad folklórica y popular de su país.

               J.L. Montané ha definido a este pintor como un “metafísico” y lo es, digo yo, porque su visión de los actos reales abarca a lo que trasciende de la evidencia, para plasmarlo en su pintura con “una mirada del más allá”, que es lo mismo que hace en su literatura. Pero Orlando Arias es además y sobre todo un altruista, que ama a sus próximos y a sus lejanos. A su prójimo, a sus hermanos. A la Humanidad. La compasión es su virtud relevante. Iluminado por ella ha concebido la historia que da contenido a su libro y la ha plasmado con el arre­bato que da la pasión. Es una crónica apasionada del quehacer de dos seres entregados a hacer el bien y ha impedir el mal que la injusticia supone.

Benito de Diego Conzalez
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte
Madrid 2012





Obra






El pasado día 29 de junio tuvo lugar en el Centro Cultural Galileo, la presentación de una novela escrita por el pintor y ahora escritor Orlando Arias, en un acto bastante concurrido, al que asistieron muchos compatriotas suyos, escritores, críticos y amigos.

La mesa estuvo presidida por Tomás Paredes, Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte, Benito de Diego y Antonio Calderón de Jesús, ambos miembros de la citada Asociación, y acompañados por el autor, en este caso Orlando Arias y en representación de la Embajada de Bolivia, su Cónsul General en España María Celia Orellana.

Antonio Calderón de Jesús hizo una breve síntesis de la obra de Orlando y sobre todo del amigo y pintor a quien conoce hace años. Él ha sido una parte muy importante, para que esta novela viera la luz, se ha encargado de la imprenta y edición.

Seguidamente tomó la palabra Tomás Paredes, quien incondicionalmente aceptó estar presente en este acto. Conoce bien al pintor y en todo el recorrido que hace de su vida y su obra, hace referencia a su calidad, colorido, a sus valores técnicos y creativos, habló de la celebración del nacimiento de este libro, comentando sucintamente la importancia que tiene el libro en las manos de escritores y lectores por todas las posibilidades que aporta, es muy difícil que algo supere el poder portar un libro y sentarse en cualquier parte a leer, a otras técnicas modernas.

Relaciona en sus textos la poesía con la pintura, a los poetas bolivianos con la pintura de Orlando, y eso que en España aunque se conoce a pocos, vive un gran poeta, Pedro ShImose. Decia Waldo Frank que Bolivia era el trozo de tierra más rico del mundo, pisada por los pies descalzos más pobres del mundo.

La novela tiene que ver con su pintura, es creativa ya que hace una pintura magnífica, tiene muchos signos de identidad de su tierra; ha hecho expresionismo, realismo, ha rozado la abstracción, pero sobre todo es sorprendente en la pintura que hace como realismo mágico.

Benito de Diego hizo una amplia disertación sobre la novela de Orlando, al que considera un personalísimo pintor, hombre, íntegro, que sigue su vocación con ahínco, sensible, altruista y compasivo, como queda patente en la dedicatoria de su “opera prima”, que le retrata como un humanista contemporáneo. Pero, además le considera un espíritu cosmopolita y además un soñador.

Señaló que el libro está concebido desde la compasión y que, iluminado por ella, el autor ha creado la historia que le da contenido y la ha plasmado con el arrebato que da la pasión. “Es una crónica apasionada del quehacer de dos seres entregados a hacer el bien y ha impedir el mal que la injusticia supone”.

“La historia tiene dos protagonistas: Isabel y Alejandro, que son jueces y partes del devenir vital de un pueblo llano y laborioso…y también explotado: A Isabel, poseedora de una energía incontenible, la domina y espolea el ardor y el dolor de la injusticia. Sentimiento en el que es acompañada por su Alejandro, que comparte con ella la conmiseración hacia los pobres y oprimidos”.

“Alejandro, en sus oníricas ensoñaciones, ha de ser, cual caballero artúrico, el rescatador y salvador de su señora Isabel y la lleva, al final de sus sueños, guiado por la Nereida, a alcanzarle el triunfo”.

Analizó Benito de Diego la obra desde sus características literarias señalando que la narración se desenvuelve entre el naturalismo de la experiencia más escueto y la fantasía más exuberante, no despreciando la ciencia ficción, por dos vías que se entrecruzan en el transcurso de la peripecia del relato y que es explicada mediante el monólogo continuado de un narrador omnisciente.

Señaló que la narración, de alguna forma, nos remite al universo kafkiano, de cuyo espíritu está impregnada toda la obra, al unir lo fantástico y lo verdadero en una acción proyectada a un futuro nebuloso. Explicó que son muchos los personajes, tanto reales como oníricos. Sin embrago el autor prescinde de cualquier diálogo interpersonal. El único diálogo existente es el que el autor establece con el lector al que dirige sus palabras y pensamientos.

Indicó que la obra recoge las utopías de un humanismo radical y fabiano, puro e ingenuo, en el que se desgranan los paradigmas de una sociedad, en la que la injusticia es doblegada por el tesón de quienes hacen de la justicia su arma y armadura contra el poder y el egoísmo, remarcando que la lectura y la comprensión del texto son inmediatas, sin complicaciones estilísticas, que pudieren difuminar y entorpecer el discernimiento del mensaje, lo que consigue el autor mediante el empleo de un léxico directo y sencillo.

El relato, dijo, siguiendo un proceso diacrónico, está compuesto por un caleidoscopio de escenas que explican las historias de los dos protagonistas, Isabel y Alejandro, a los que las circunstancias unen y así continúan hasta más allá del fin de la narración, que está plena de inocencia.

Concluyó, Benito de Diego, señalando que a esta obra hay que acercarse con actitud meditativa e, incluso, introspectiva, para llegar a descubrir la esencia y el fundamento de toda proposición, sea racional o ideal, que en ella se explicita. “Debemos abordar su lectura con una disposición intelectual abierta a las consecuencias del impacto, inmediato y subsiguiente, que pueda producirnos, para aprovechar aquello que el texto y el contexto nos propone y vibrar y emocionarnos con ello”, dijo.

Manoli Ruiz  (De la Asociación Española de Críticos de Arte)
Madrid, España 2012

PRESENTACIÓN EN COCHABAMBA, BOLIVIA